Somos más y tenemos razón. Frente a los políticos atados de manos por las multinacionales y los mercados o tal vez por su propia inconsciencia, la ciudadanía mundial debe levantar su voz y actuar. No tomemos Río+20 como un fracaso sino como un ejemplo de lo que no debe volver a ocurrir. Debemos unirnos y generar un eco que llegue hasta todos los rincones del planeta. Un eco-eco, verde y sostenible, y en el que la economía sólo sea rentable y viable si respeta los parámetros de la sostenibilidad.
Cada ciudadano con su comportamiento diario, con sus decisiones, tiene la llave para facilitar la transición hacia una economía verde, con mayor justicia social . El planeta está sobreexplotado y su biodiversidad y sus recursos desapareciendo. El ritmo de destrucción es cada vez más acelerado y no hay tiempo que perder. Apostar por la educación ambiental, la eficiencia energética, o el consumo responsable ya no es una opción, es la única solución. Nos jugamos nuestro destino como especie.
El empleo verde debe ser la clave para mejorar la sociedad, salir de la crisis y caminar hacia la sostenibilidad. Desde un punto de vista social, económico y ambiental. Tenemos la solución, la manera de la alcanzarla y la voluntad mayoritaria de hacerlo.
Actuemos